Permaneciendo en él y por él
Mensaje / Vida Cristiana
SERIE JUAN CAPXCAP
JUAN 15:1-17
Seguimos con la última platica que Jesús tiene con sus discípulos antes de que sea crucificado en Jerusalén, en el capítulo anterior habíamos visto como Jesús llega a la cúspide de su revelación hacia sus discípulos revelando su deidad, primero al declarar que Él era el Camino, la Verdad y la Vida, vimos las implicaciones de esta declaración dentro del contexto judío, Jesús estaba echando abajo el sistema religioso como el camino para conocer a Dios, Él estaba diciendo que el Camino no era una institución o cumplir con ciertas leyes, el camino es una persona y era Él.
Despues de esto, Jesús les promete a sus discípulos que enviaría al Espíritu Santo, que Él y el Padre vendrían a hacer morada en ellos a través del Espíritu Santo, que Él se manifestaría a ellos, que no estarían solos, ¡Que no se quedarían huerfanos! También Jesús explica cual sería el papel del Espíritu Santo en sus vidas. Jesús les dijo, que esto sería mejor que tenerlo físicamente con ellos, que ahora a través del Espíritu Santo lo concerían de una manera más profunda.
Hay dos versículos que son el preambulo de lo que Jesús dirá en el capítulo 15, los encontramos en Juan 14:21, 23
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él (Me daré a conocer, le mostraré como soy en realidad).
Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
Aquí vemos un tipo de condicionante, donde Jesús nos dice con quienes realmente el tendrá una relación íntima, a quienes Él se manifestará (Tengamos esto en mente para recordar en cierto punto del mensaje). Vemos la oración "El que tiene mis mandamientos y los guarda" "El que me ama, mi palabra guardará".
En el capítulo 15 Jesús hace zoom a estas declaraciones, Él nos explica como el creyente que le ama y guarda su palabra realmente está permanenciendo en Él, Jesús explica que es permanecer en Él, cual es el motivo para hacerlo, como es que permanecemos y el resultado de permanecer en Él.
Esto preparará a sus discípulos para lo que esperará en el mundo, ellos serán aborrecidos. Este será el tema de nuestra próxima reunión.
Actualmente la el tema de la permanencia es relevante para el cristiano, vemos muchos creyentes vivr su vida frustrados, algunos deprimidos, algunos esforzándose demasiado y no disfrutando su relación con Dios y peor aún no ven algún fruto en su vida donde vean que están siendo cambiados desde su interior.
La vid que falló
Antes de comenzar con el mensaje del Juan 15, nos detendremos en el versículo 1, y es que, realmente Jesús estaba haciendo una declaración muy impactante para el tiempo en que staban viviendo los discípulos:
En el Antiguo Testamento encontramos que al pueblo de Dios se le compara con una vid, en Salmo 80:8 encontramos:
Hiciste venir una vid de Egipto; Echaste las naciones, y la plantaste. Limpiaste sitio delante de ella, E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra. Los montes fueron cubiertos de su sombra, Y con sus sarmientos los cedros de Dios. Extendió sus vástagos hasta el mar, y hasta el río sus renuevos.
En Oseas 10:1
Israel es una frondosa viña, que da abundante fruto para sí mismo; conforme a la abundancia de su fruto multiplicó también los altares, conforme a la bondad de su tierra aumentaron sus ídolos.
En Isaías 5:7
Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil. La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres.
Ahora, pues, vecinos de Jerusalén y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña. ¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres? Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada.
Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella. Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta deliciosa suya. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor.
En el contexto de Juan 15, el se llama así mismo la vid verdadera, genuina o real, Israel falló, Él no, es igual a cuando Él se llama así mismo el Camino, ahora como la vid, echa abajo el sistema religioso que los Judíos estaban siguiendo, le ha quitado totalmente la efectividad,
La vid verdadera y nuestra parte en la historía de salvación
Como un contexto más amplio, sabemos que Dios nos creo para que lo conocieramos, para que disfrutaramos de Él y para que reflejaramos su gloria, para darle gloria con nuestras vida en todo lo que hacemos, para darlo a conocer, pero sin duda alguna en la historía algo pasó:
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Dios habló a Adán y Eva, les dio su Palabra y ellos desobedecieron, la consecuencia fue catastrófica, el pecado trajo condenación y esclavitud sobre la raza humana.
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Dios escoge a un pueblo para sí, para tener comunión con ellos y que mostrarán su gloria entre las naciones, Dios les dio su ley, hablo a ellos a través de Moisés, pero encontramos de nueva cuenta que Israél falló, fueron rebeldes a su Palabra, desobedecieron a Dios.
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Dios, envió profetas, los cuales hablaban fuertemente al pueblo para que regresaran a la obediencia a Dios, era un llamado a arrepentimiento, y a su vez anunciaban la restauración, la esperanza de la llegada del Mesías, pero de nueva cuenta no fueron obedientes a su voz.
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Cristo llega como el verdadero Adan, como el verdadero Israel (la vid verdadera), como aquel que si obedecio los mandamientos del Padre y permaneció en Él, aquel que no falló en mostrar la gloria del Padre, aquel que obedeció hasta la muerte y que dió verdaderamente fruto, aquel que fue perfectamente justo delante de Dios y el sacrificio perfecto por cada uno de nosotros. Dió como fruto la salvación de nuestras vidas y de restaurar nuestro proposito en Dios, disfrutar de Él y darlo a conocer.
En el mensaje de la vid, Jesús nos dice que el plan de Dios para nosotros sigue siendo el mismo desde el inicio de la historia, cuando fuimos hechos a su imagen y semejanza: Disfrutar o experimentar de una relación vivificante con Dios y darle a conocer a través de nuestras vidas, mostrar su caracter, darle gloria. Este es el fruto del creyente que glorifica al Padre Juan 15:8
En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Permaneciendo en Él
Con lo anterior como base para el mensaje leamos Juan 15:1-7.
Jesús nos relata la metáfora de la vid para explicarnos como es que Jesús es Dios, es el único acceso a la vida de Dios y cual es nuestro proposito como sus seguidores:
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Nosotros somos la ramas, las ramas no tienen vida en si misma, su vida proviene de la fuerza de la vid,
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En una vid encontarmos 2 tipos de rama: Las que dan fruto y las que son estériles o no dan fruto
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Las que dan fruto, serán podadas para que den más fruto.
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Las que no dan fruto serán cortadas por el labrador y se secarán y serán quemadas.
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Ninguna rama puede dar fruto al estar desconectada de la vid, sólo al permanecer en la vid.
Este fruto, el fruto real que es de Dios, sólo se puede dar permanenciendo en Cristo, depositando nuestra fe en Cristo, dependiendo de Cristo, Jesús, si realmente queremos conocer a Dios, experimentar su vida en nosotros y darle a conocer (Darle gloria) debemos permanecer en Él. Jesús nos dice que al permanecer en Él, Él permanece en nosotros, ahora entendemos que por medio de que hemos recibido al Espíritu Santo, que gracias a Él podemos conocer más profundamente a Dios y nos da el poder para ser transformados.
Jesús nos dice que como sus discípulos experimentaremos "la poda" de nuestro Padre, pero el propósito es para su gloria, para que nada nos impida que le sigamos conociendo y que le demos a conocer. Las ramas que dan fruto son los creyentes genuinos. Las ramas que no dan fruto, son aquellos que profesan ser creyentes, pero su falta de fruto que la salvación genuina realmente no ha tenido lugar en sus vidas y ellos no tienen la vida de la vid.
Recordemos que el fruto del creyente tiene que ver con conocer a Dios y manifestar o dar a conocer a Dios, como lo escribe Pedro "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable"
Permanecer en el Él, es permanecer en su amor
Hasta aquí, nos queda claro que debemos permanecer en Él para dar fruto, ¿Pero, qué es permanecer en él?
Jesús nos dice de manera más específica lo que es permanecer en Él, permanecer en Él es permanecer en su amor, leamos Juan 15:.9-15, entonces:
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Él ha sido amado por el Padre y porque ha conocido este amor, de la misma manera nos ha amado. Jesús nos dice que permanezcamos en su amor. Jesús nos dice que Él permanece en el amor del Padre guardando sus mandamientos.
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Así que nos dice que hagamos igual que Él, que permanezcamos en su amor guardando sus mandamientos y que como resultado nos amemos los unos a los otros como Él nos ha amado
No perdamos de vista lo que hemos visto anteriormente, ¡Jesús nos habla que permanecer en Él, es realmente permanecer en su amor y que el fruto del discípulo es amar como Él ama! En Galatas 5, encontarmos que la primer manifestación del fruto del Espíritu es amor y si es un fruto del Espíritu Santo, hablamos del amor como el de Dios.
¿Qué es permanecer en su amor?
Para enteder que es permanecer en su amor, debemos comprender la naturaleza del amor de Jesús y áquí se nos habal al respecto:
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Es un amor sacrificial (v.13) "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos"
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Nos llama amigos, lo cual implica:
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Si bien Jesús no insinuaba que como sus amigos eran sus iguales, la intimidad ilustrada entre Jesús y los discípulos se ajusta al antiguo ideal de la amistad, que hacía hincapié tanto en la lealtad como en el intercambio de secretos. Entre los griegos, la expresión más alta de la lealtad de un amigo era morir por un amigo, y Jesús convocó a sus discípulos a entregar sus vidas por Él y por los demás, como estaba a punto de hacer por ellos (15: 12-14).
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Esto hace eco tambien a la promesa del Espíritu Santo, que gracias a Él experimentaremos concocer el corazón de Jesús"no habalrá de su propia cuenta, sino que habalrá todo lo que oyere y os hará saber las cosas que habrán de venir"
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Los que se conocían en el Antiguo Testamento por ser amigos de Dios eran Abraham y Moisés y eran respetados por esto, por lo cual vemos que Jesús otorgó ese honor d eintimidad consigo mismo.
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Como podemos observar a grandes rasgos, el amor de Jesús expresa su sacrificio o muerte y el honor de experimentar una relación de amistad con Él (al haber recibido la promesa del Espíritu Santo), Él nos llama que permanezcamos anclados en esto.
Permanecer en su amor es permanecer en el Evangelio
¿En realidad, no esto lo que nos dice el mensaje del Evangelio? ¿Su muerte, su resurrección y una relación restaurada con Dios, para conocerlo, disfrutar de Él (ser sus amigos) y darlo a conocer?
Entonces el creyente dará fruto real, al permanecer en su amor, es decir al permanecer arraigado en el Evangelio, al estar anclado a lo que Cristo ya hizo por nosotros, que nuestra vida tenga sentido a la luz de su amor y de la libertad que nos ha dado por pura gracia. Al estar anclados a su justicia, no en la nuestra, como único camino para ser aceptados por el Padre.
En Colosenses 1:23 dice: si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.
Por eso hablamos de la centralidad del Evangelio, por eso estamos estudiando una vida centrada en el Evangelio, por eso uno de nuestros valores como Comunidades Sigue a Jesús es "una iglesia centrada en el Evangelio", porque no hay otra manera donde el creyente va a obtener gozo y placer para guardar los mandamientos de Dios, cuando nos centramos en el Evangelio el guardar los mandamientos será una delicia, veremos que ya no los tenemos que hacer para merecer la aceptación de Dios, sino que el ser transformados por ellos será nuestro deleite.
Entonces ¿Cómo estamos permaneciendo en Cristo? ¿En base a nuestra propia justicia, en nuestro esfuerzo, en nuestras obras? o En la justicia de Cristo imputada a nosotros y todo lo que Cristo logró por gracia para nosotros.
Nuestra justicia, nuestro esfuerzo, nuestros talentos, no producen el fruto de Dios, todo esto proviene de un corazón lleno de pecado, la palabra dice que su fruto es muerte, la carne para nada aprovecha. El pueblo judío fallo en dar el fruto de Dios porque se centraron en su propia justicia y en su mero esfuerzo, el fruto que ellos obtuvieron eran para saciarse ellos mismos, usaron a Dios para su propio beneficio, muy parecido a la situación de como se predica la Palabra en nuestros días.
El fruto real es para otros, para que prueben como es Dios, para que glorifiquen a Dios cuando veán a sus hijos, al vivir así estamos proclamando el Evangelio, el mensaje de un Dios bueno y amoroso que nos rescató siendo sus enemigos.
Hermanos es por esto que vemos a muchos cristianos deprimidos, desanimados, podemos encontrar miles de razones, pero Cristo nos da la única razón, han dejado de permanecer en su amor, han desviado sus ojos del Evangelio. Estan obteniendo su "vida y gozo" de las vides silvestres de este mundo, no de la vid Verdadera.
La soberania de Dios en nuestro fruto y permanencia
Tal vez a pesar de lo que hemos visto hoy en la escritura sigas preocupado porque hay un deseo genuino en tu vida de mostrar ese fruto de Dios, pero Jesús cierra con una fuerte declaración:
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: Que os améis unos a otros.
Jesús nos llama a descansar en su elección soberana, así como no tuvimos nada que ver en nuestra salvación, Él también nos ayudará por medio de su Espíritu, sólo debemos permanecer en su amor, ¡Él ya lo ha hecho todo! Al conocer el Evangelio y vivir en Él es inherente que demos "mucho fruto", Él nos ha salvado para esto, y tambien ha prometido que este fruto permanecerá, hay una fuerte promesa que Él nos ayudrá en todo nuestro caminar en esta vida para permanecer en Él y llegar a Él, nuestro fruto y salvación está asegurada.
Una vez que nuestra vida esta anclada a este amor, a estas verdades, entonces oraremos oraciones a tono con la voluntad de Dios, la oración es un recurso votal para dar fruto, hermanos oren, oren oraciones centradas en el Evangelio, oren por disfrutar de una relación viva con Dios, oren para que Él nos ayude a llevar fruto, es decir a darlo a conocer a otros a mostrarlo a otros.
Jesús cierra con amense unos a otros, como un mandamiento, es decir, el fruto más visible y que muestra que somos us discípulos es el amar como él nos ama, unos a otros. "En esto conoceran que son mis discípulos, en que se aman los unos a los otros"
Jesús nos da más luz sobre que es permanecer en Él, y nos dice que permanezcamos en su amor y ¿Cómo permanecemos en su amor? Guardando sus mandamientos, atesorando y obedeciendo su Palabra.