viendo claramente a cristo
Mensaje / Vida Cristiana


Por Jorge Franco
Líder plantador de Comunidades Sigue a Jesús
El día de hoy celebramos la resurrección de Cristo, en este tiempo tenemos acceso a muy buenos estudios acerca de lo que significa la resurrección para un creyente, en nuestro tiempo ya tenemos el Nuevo Testamento que nos arroja más luz de lo que significa la resurrección, pero en los tiempos de Jesús y de los apóstoles aún no tenían la Biblia como la tenemos hoy. Nos hemos familiarizado con el mensaje del Evangelio sobre la muerte y resurrección de nuestro Salvador que no vemos lo intenso que fue el ministerio de Jesús para aclarar la imagen del verdadero mesías que estaba esperando el pueblo judío, el cual realmente sería el salvador de todo el mundo. Recordemos que el pueblo judío esperaba un mesías respetable, poderoso e influyente que pudiera librarlos de sus enemigos, ¿Recuerdan todo el contraste de respuestas de las multitudes que vimos en libro de Juan? Los judíos por un lado no creían en Él y por otro lado las multitudes queriéndolo hacer rey, o creyendo en él con motivos incorrectos, sólo por el hecho de que les daba de comer o por el beneficio de las señales que Él hacía. Muchos esperaban que Jesús se levantara para de una vez por todas formar un movimiento de liberación, pero Él estaba firme en el propósito por el cual Él vino a este mundo.
En el libro de Marcos encontramos en el capítulo 1 que Jesús libera a un hombre que tenía un espíritu inmundo, las personas que se encontraban en la sinagoga se asombraron de su autoridad, también sanó a la suegra de Pedro, después por la noche sanó a muchos enfermos de la ciudad y expulsó a muchos demonios. También encontramos que sanó un leproso y esta sanidad le trajo tanta fama, que Jesús ya no podía andar abiertamente porque se le agolpaba la gente.
En el capítulo 2 vemos que Jesús sana a un paralítico. En el capítulo 3 vemos que Jesús sana a un hombre con la mano seca, y en la orilla del mar se agolpó una gran multitud que lo apretujaban y los que le tocaban quedaban sanos y demonios eran expulsados.
En Marcos 4 podemos encontrar que Jesús calma la tempestad, pero aquí vemos algo diferente, los discípulos ya habían visto a Jesús sanar enfermos y expulsar demonios ¡y para ellos ya era demasiado espectacular! pero esto ya fue el acabose, y se menciona en el versículo 41:
Ellos estaban espantados y se decían unos a otros:―¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?
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Hasta aquí, como un dato adicional del libro de Marcos, éste fue escrito con el propósito de que creyeramos en el Hijo de Dios, en los capítulos que le mencioné anteriormente vamos encontrar muchas escenas de drama, de expresiones como de asombro, de temor, de preguntas como la que hicieron los discípulos ¿Quién es este? y a lo largo del libro se nos va a dar la respuesta. Lo que nos llama la atención hasta aquí es que cuando los demonios veían a Jesús, ellos declaraban quien era,¡los demonios lo conocían!, declaraban que Jesús era el Hijo de Dios ¡pero vemos el contraste y es que los demás incluyendo a sus discípulos no lo alcanzaban a ver!
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En el capítulo 6 encontramos que Jesús fue a su tierra y encontramos que la gente se preguntaba como en una especie de incredulidad mezclada con asombro ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él.
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Seguía la incertidumbre, pero Jesús no cascaba con el tipo de mesías que ellos buscaban, o lo buscaban para que satisfaciera sus necesidades temporales. En el capítulo 8 Jesús hace un milagro sorprendente, sobrenatural, Él multiplica los alimentos y alimenta a 4,000 personas, después de esto pasa un incidente que es el parteaguas del libro de Marcos, a los discípulos se les olvida el pan y comenzaron a discutir entre sí y Jesús les dice en el versículo 17: Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis? Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas cestas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Doce. Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Siete. Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis?
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Ahora Jesús les hace la pregunta ¿Aún no entendéis?, hasta aquí, pista tras pista, han observado, me han escuchado, ¿Aún no entendeís?
Después de ahí Jesús y su discípulos se van a Betsaida, y el libro de Marco registra una escena donde Jesús sana a un ciego, viendo el pasaje posterior pareciera que no se entrelaza, pero si lo vemos bien tiene mucho que ver.
Cuando Jesús sana al ciego lo lleva fuera de la ciudad, era algo que quería que sólo los discípulos contemplaran, muchos predicadores han compartido este pasaje, y se centran en la sanidad, pero aquí vamos a darle el enfoque de acuerdo al contexto, ¿Se acuerdan? la pregunta de Jesús, y ahora esta sanidad. Vemos que Jesús le escupe en sus ojos, le puso las manos encima por primera vez y le pregunta ¿Ves algo? y el dice: aún no muy claro, veo los hombres como árboles, pero los veo que andan, luego puso por segunda vez sus manos y su vista se aclaró y por fin ve claramente, después de esto le dice que no entre a la aldea y que no le dijera a nadie.
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Despues de esta escena al ir Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipos, les preguntó a sus discípulos ¿Quién dicen los hombres que soy yo? (me imagino como si les pusiera sus manos en sus ojos como al ciego), ellos respondieron: Unos Juan el Bautista; otros Elías; y otros, alguno de los profetas. Entonces el les dijo: Y vosotros, ¿Quién decis que soy? de pronto Pedro responde: Tú eres el Cristo. En este libro no menciona nada más después de esta declaración, sólo que les mando que no dijeran de esto a ninguno. Aunque Pedro dijo que Él era el Cristo, en el pasaje posterior vemos que la imagen que él tenía del Cristo no era clara.
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En el pasaje siguiente, Marcos 8:31, Jesús por primera vez les aclara ¡Cómo al ciego! cómo es realmente el Cristo, Él comienza a enseñarles que a ese Cristo, le era necesario padecer mucho y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto y resucitar despues de tres días, esto les decía claramente.
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El Cristo tan esperado no se va a sentar en el trono temporal de la nación y formará un gran ejército para vencer a sus enemigos terrenales, el Cristo venía a morir, como el cordero puesto por su mismo Padre por el sacrificio del pecado del mundo, el principal problema del mundo no eran sus enemigos temporales, sino el pecado y la muerte, no había alguién que pudiera hacer frente a este enemigo imposible, a esto vino el Hijo del Hombre, pero no sólo a morir, sino a resucitar, como el hecho que consuma su victoria y el que afirma su reinado eterno.
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Aquí vemos lo que les dije anteriormente, de que Pedro no tenía una imagen clara del Cristo, porque a pesar de lo que Cristo les dijo, él lo quiere persuadir de que no lo hiciera y Jesús lo reprende fuertemente. ¿Lo puedes ver tú? ¿Se aclara tu vista?
Después de esto Jesús, comienza a anunciar su muerte y su resurrección una y otra vez, aclarando la verdadera imagen del Mesías (Marcos 9:9, Marcos 9:31, Marcos 10:32-34)
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¡La muerte y resurrección de Cristo fueron siempre el propósito de Dios! los profetas lo anunciaron, uno de los pasajes más impactantes es Isaías 53, narra exactamente a este Cristo, al que iba ser despreciado, al que no iba a ser deseado, el que no iba a encajar, el que iba a ser llevado como un cordero al matadero sin abrir su boca, al que iba a morir por nuestras transgresiones y al que iba a resucitar.
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Como ya sabemos, lo que Jesús anunciaba acerca de sí mismo se cumple, es traicionado por uno de sus discípulos es llevado a juicio, uno de sus seguidores salió corriendo desnudo cuando lo descubrieron que seguía a Jesús (Mr. 14:51) y otro de sus discípulos que le había dicho a Jesús que daría su vida por Él, lo estaría negando 3 veces. Pero vemos a este Cristo obediente hasta la muerte, firme, cayado, caminando al calvario para nuestra salvación.
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Vemos que Cristo es intercambiado por Barrabás, un homicida que estaba preso, y las voces de Hossana, Hossana al Hijo de David en su entrada triunfal, son cambiadas por ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Después de esto los soldados romanos se ensañaron con Él, goleándole, burlándose "de su supuesta realeza", lo caracterizaron con una imagen grotesca de rey, con una corona de espinas y un manto púrpura y le decían "Salve rey de lo judíos".
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Después de esto cargó su cruz hacia el lugar de su crucifixión y sus pies y manos fueron clavadas al madero y fue alzado, vemos que en todo se iban cumpliendo las palabras de los profetas dadas hace cientos de años atrás, pero nadie veía aún al Cristo, ¿Lo ves tu?, algunos dijeron en Marcos 15:31: Si a otros salvó, así mismo no se puede salvar. El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. Otra vez, queriendo otro Cristo y ante sus propios ojos cumpliéndose el propósito de Dios, ¡Ahí colgado, muriendo, estaba reinando! ¡Ahí "derrotado, despreciado" estaba siendo el Rey de Israel! ¡Ahí esta el Cristo, aquel que dijo "Miren a mí y sean salvos todos los confines de la tierra"!
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¡Que me de lo que necesito y creeré! ¡Que me haga mi milagro y creeré! ¡Que arregle mi situación y creeré! Míralo, obsérvalo en la cruz, Él es realmente el mesías que necesitas, aquel que en la cruz fue el sacrificio perfecto por tus pecados más profundos, que te esclavizan, que te hacen vivir una vida egoísta y lejos de Dios. Míralo el es el que te da vida en su muerte, míralo.
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En la cruz Jesús experimentó la ira de su propio Padre sobre Él, el castigo que nosotros merecíamos y una vez que el pago fue hecho, sus últimas palabras fueron "consumado es". En el libro de Marcos encontramos a un gentil que vió en su muerte a Jesús y creyó, él dijo, verdaderamente este era el Hijo de Dios.
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¡Hasta aquí hermanos podríamos celebrar! Jesús murió por nuestros pecados, pero recuerden el prometió que resucitaría, ¡Esto es lo que celebramos hoy! ¡Es un acontecimiento importantísimo para nosotros! y ¡Él resucitó! ¡Demos gloria al Señor por esto! Sus discípulos fueron testigo, otras 500 personas más lo vieron resucitado y el ascendió al cielo y regresará a juzgar al mundo.
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Podemos ver el porque la muerte y resurrección de Cristo fue el centro de la predicación de los apóstoles, como ejemplo, Pedro en su primer sermon, después de que fueron bautizados con el Espíritu Santo, nos muestra que ahora sí le quedó clara la imagen del Cristo y comparte en Hechos 2:
Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
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Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, aun mi carne descansará en esperanza; Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia.
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Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
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¡Wow! ¡Que claridad! ¡Que el Espíritu Santo abra hoy nuestros ojos y que podamos ver la gloria de nuestro Señor en su muerte y resurrección, que ese sea el centro de nuestro mensaje y el ancla de nuestra fe!
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La iglesia de hoy necesita claridad, se predica un mesias que encaja con los deseos egoístas de este mundo, al mesias que satisface deseos y soluciona situaciones, muchos se han alejado del verdadero mensaje del Cristo muerto y resucitado y de su llamado a seguir sus mismos pasos, a tomar su cruz y seguirlo, y por esa fe declararnos muertos al pecado y resucitar en Él para una nueva vida.
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No tengo ya mucho tiempo, no quiero dejar de hablar de la importancia de la resurrección, les daré tres puntos rápidos, la resurrección es:
¡El amén de Dios al sacrificio de su Hijo! Él quedó satisfecho por su sacrificio, en su resurrección Jesús nos ha garantizado qué el cumplirá todo lo que el dijo y sobretodo que Él es quien dijo ser, el Hijo de Dios
Debido a lo anterior nuestro enemigo invencible, el poder del pecado y de la muerte, fue vencido, por medio de su resurrección Cristo a desarmado su poder. Ya no hay más pena que pagar por el pecado, no más ira de Dios que cargar, el sacrificio de Cristo fue perfecto.
Esto nos garantiza que si nos arrepentimos por nuestros pecados y ponemos nuestra confianza en Él, somos perdonados y recibimos vida eterna.
La resurrección es el último pilar de la fe Cristiana.
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Pon tu fe en Cristo que murió y resucitó, y te dejo con este pasaje en 2 Corintios 5:15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.